Por Mtro. Emmanuel Chagoya López, Coordinador de Pastoral
En este mes de nuestro Fundador, San Juan Bautista De La Salle, resulta esencial hacer una reflexión profunda sobre aspectos trascendentales de su vida, misma que expresa situaciones que nos ayudan a mirar la voluntad de Dios y la manera en la que el ser humano responde a través de su fe.
Hoy, 30 de abril celebramos 373 años del natalicio de San Juan Bautista De La Salle.
Si formas parte de nuestra comunidad desde hace mucho o poco tiempo, seguramente conoces algo acerca de nuestro fundador y su misión. Para que complementes tu saber e incluso para interesarte más, te compartimos algunos datos importantes del gran legado lasallista.
Juan Bautista era el primogénito de una familia acomodada que vivió en Francia hace más de 300 años. Nació en Reims.
Cuando murieron sus padres tuvo que encargarse de la administración de los bienes de la familia. Pero, terminados sus estudios de teología, fue ordenado sacerdote el 9 de abril de 1678. Dos años más tarde, obtuvo el título de Doctor en Teología. En ese período de su vida, intentó comprometerse con un grupo de jóvenes rudos y poco instruidos, a fin de fundar escuelas para niños pobres.
En aquella época, pocas personas vivían con lujo, mientras la mayoría vivía en extrema pobreza, sólo un número reducido podía enviar a sus hijos a la escuela. Por eso, De La Salle, conmovido por la situación de los niños y la pobreza, buscó cómo ayudar, organizó una comunidad de hermanos donde su única misión era llevar la educación a todo niño sin importar su clase social, se llamó Hermanos de las Escuelas Cristianas.
La primera casa de los hermanos fue en su propio hogar en Reims, en ese lugar estudiaban y reflexionan varios maestros para poder aportar ideas y seguir los pasos de Juan Bautista De La Salle.
Antes de comenzar con la obra, él sabía que la educación era para un sector privilegiado; sin embargo, tenía fe en la creación de un mundo mejor a partir de la enseñanza para todos sin importar la clase social. También notó que la forma de instruir no era óptima, pues no había horarios específicos y se impartían lecciones en latín. La idea De La Salle fue formalizar el estudio implementando horarios, niveles de educación y la enseñanza en la lengua materna.
Buscó la respuesta de sus grandes preguntas en la oración y aprendió a reconocer la respuesta y voluntad de Dios en los pequeños detalles. La familia Lasallista ora y descubre la oportunidad para manifestar el poder salvador de Dios, en un servicio preferencial por las personas desfavorecidas, para quienes su condición vulnerable es un obstáculo para la construcción de sus sueños y para tener una vida digna y feliz.
Juan Bautista De La Salle, fue el primero que organizó centros de formación de maestros, escuelas de aprendizaje para personas que habían infringido las normas, escuelas técnicas, escuelas secundarias de idiomas modernos, artes y ciencias. Su obra se extendió rapidísimamente en Francia, y después de su muerte, por todo el mundo.
Siguiendo el Legado de San Juan Bautista hoy en día existen instituciones La Salle en los cinco continentes del mundo. Desde internados y educación preescolar hasta universidades se encuentran en México, Estados Unidos, Singapur, Filipinas y hasta Argentina, solo por mencionar algunos países.
Es por eso por lo que, al igual que nuestro Fundador, podemos ver la educación como la intervención más importante del ser humano, eduquémonos y trabajemos en la comunicación de valores, formando personas de fe, con criterios éticos claros, que ejerzan liderazgo a través del servicio y estén comprometidas a trabajar por el bien común y la construcción de sociedades más justas y promotoras de la paz.
Hagamos visible nuestro compromiso con una sociedad más democrática y justa con un desarrollo humano integral y sostenible que beneficie a toda la Comunidad. Forjemos nuestras convicciones de vida, superación y esperanza, derivadas de mirar nuestra realidad y la de los otros para facilitar el desarrollo y continuidad de nuestros proyectos en el futuro deseado.
Que el legado de San Juan Bautista De La Salle nos guíe en nuestras encomiendas con el Modelo Educativo, como eje inspirador de nuestro quehacer.
¡Celebremos la vida y obra de nuestro Fundador!
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