El Día Mundial del Agua se celebra anualmente el 22 de marzo con el objetivo de concientizar a la población y gobiernos sobre la importancia del agua dulce y abogar por la gestión sostenible de este Derecho Humano que cada vez más escasea; por lo que es urgente tomar medidas para hacer frente a la crisis hídrica mundial. En este marco, el Dr. Andrés Cruz Hernández, Profesor Investigador de Tiempo Completo de la Escuela de Agronomía de nuestra Universidad, nos comparte la siguiente información: 

El lema del Día Mundial del Agua 2024 es “Agua para la paz”, pues se debe enfatizar en que el agua no es sólo un recurso que se aprovecha y por el que se compite, sino que es un Derecho Humano, intrínseco a todos los aspectos de la vida. 

Se calcula que en el mundo fallecen cerca de un millón de personas por enfermedades como resultado de la insalubridad del agua; asimismo, más de 2 mil millones de personas no tienen acceso al agua potable ni saneamiento básico. Lo que empeorará por efecto del cambio climático, advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS). 

Ante esta situación la ONU a través del programa de agua limpia y saneamiento (ODS 6), ha hecho algunas recomendaciones:  

• 1. Reconoció el derecho de todos los seres humanos a tener acceso a una cantidad de agua suficiente para el uso doméstico y personal (entre 50 y 100 litros de agua por persona al día). 
• 2. El agua debe segura, aceptable y asequible; el costo del agua no debería superar el 3% de los ingresos del hogar. 
• 3. La fuente de agua debe estar a menos de 1 mil metros del hogar y su recogida no debería superar los 30 minutos. 

Demografía del agua 

La Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), en 2023, determinó que 77% del agua se destina al uso agropecuario; al industrial, 9%; y para el abastecimiento público, 14%. 

Otro dato a considerar es la tendencia actual de que la población se concentra cada vez más en las ciudades; se estima que para el año 2030, 80% de la población ocupará las ciudades y que 80% de las ciudades en nuestro país alcanzarán el millón de habitantes; principalmente en centro y norte del territorio nacional, lo que generará la necesidad de servicios básicos, como abastecimiento de agua potable. 

Ante ese panorama, la disponibilidad natural media de agua por habitante a nivel nacional disminuirá de 4 mil 446 metros cúbicos por habitante al año en el 2005, a 3 mil 721 metros cúbicos por habitante al año en el 2030. 

La situación en Guanajuato no es aislada. El 63.1% del territorio de la entidad se encuentra en estado de sequía extrema. Las principales presas del Estado presentan un porcentaje promedio de almacenamiento de 39.20%, cuando a estas alturas deberían de estar llenas al 50%. Afectación que se relaciona con la disminución de la precipitación pluvial en el estado en los últimos años. 

Medidas para practicar en Comunidad 

• 1. Dar mantenimiento de la infraestructura y realizar un monitoreo de las instalaciones para evitar fugas o mal uso del agua. 
• 2. Instalar y aprovechar sistemas eficientes de captación de agua. Darle un segundo uso al agua, desde riego, uso en sanitarios; reusar el agua de la lavadora para limpiar los pisos, por ejemplo. 
• 3. Disminuir el consumo de agua embotellada, cuyo valor aumenta hasta 500 veces y para producir cada botella de 1 litro se requieren 5 litros. 
• 4. Realizar duchas breves. 
• 5. Lavarse los dientes con un vaso de agua.

Proyecto de agua morada 

Ante la menor disponibilidad de agua dulce en el planeta, la alternativa es optar por el tratamiento y reúso del agua. Pero hay quienes aún temen que el agua tratada pueda ser o no segura. 

El proceso de tratamiento técnicamente consiste en la colecta de aguas residuales, que posteriormente son tratadas, saneadas con procesos físicos, químicos o biológicos o la combinación de los anteriores para su reúso. 

En México, La norma NOM 003-SEMARNAT-1997, establece los límites máximos permisibles de contaminantes de aguas residuales tratadas que, en la actualidad, se utilizan para procesos industriales y de riego de áreas verdes. 

El factor más importante es la participación de la población, que adquiera conciencia de la situación, no sólo como un evento temporal, sino como el preciado valor que tiene este recurso y que cada día se agota más.